La reserva decía que tendríamos baño privado y no era así, que el precio era cerrado al de la web y tuvimos que pagar 4 euros más. La señora nos llamó a las 9 de la mañana para que le pagaramos, y el día del check out, que tienes como máximo hasta las 10, a las 9.45 llamó a nuestra puerta. Cuando llegas te tienes que descalzar. Hay tubos por mitad del pasillo, dos paredes abiertas. La ropa de cama olía fatal. Nuestra habitación era una porquería que ni siquiera salía en las fotos: literas, muebles antiguas sin orden ninguno, la cortina era un trozo de tela, las toallas como las que tienes en tu casa, los colchones hundidos, la ropa de cama olía raro...
Mucho ruido de la calle, porque si cerraba la ventana te morirás de calor. Y la ubicación tampoco es tan buena, 20 minutos a pie. En fin... NO RECOMIENDO.