8/10
Está bien situado para ir andando al centro histórico, limpio y acogedor. Dolores, la dueña, es encantadora. Te explica qué hacer y recomienda sitios, siempre atenta y con una sonrisa. El único pero, que nuestra habitación tenía el baño fuera, era privado eso sí, el resto la tienen dentro. El cappuccino es otro nivel. Recomendable 100%, Dolores te hace sentir como en casa.
Diego
Viaje de 3 noches