Por fuera todo pinta bien, cuando entra en el hall sigue todo pero al pedir las llaves, el muchacho me dice que hay que esperar las 17h00 para poder tenerlas. Pero bueno, da igual, mientras tanto vamos a la playa. Al regresar, nos dan las "ansiadas" llaves. Al entrar en la habitación, descubrimos una sala blanca con cuatro camas de una plaza (dos de ellas juntadas) y nada más. No hay ni mesita de noche, ni tele ni nada. La ventana está podrida por la húmedad. El aire acondicionado está bloqueado a 16°C. Osea, o te huellas la sangre o te asas de calor con los 35 que hace fuera en este verano 2025. En el baño más de lo mismo. No hay toallas, eso sí, hay una maldita cortina de plástico de las viejas que deja pasar el agua y empapa todo el piso. Hay un separador de madera entre la ducha y las cerámica más alto que la ducha. Esta madera está podrida por el agua y cada uno que entra se da un golpe. La puerta que separa la habitación del cuarto de baño hace muchísimo ruido. Al salir para cenar el muchacho nos dice que se cierran las puertas les parking del hotel a las 22h00, y que después de esa hora, había que aparcar fuera... Muchísimas cosas negativas.... Y eso por casi 90€ la noche. Por este precio se espera algo más!
Por lo visto el hotel no está acabado. En este caso, o no se habré o no se cobra tanto. Los turistas no somos únicamente gilí...... que solo sirven para pagar. Desconsejo totalmente este establecimiento para una estancia con niños!