El lugar es agradable, muchas vegetación muy bien cuidada y la habitación con lo suficiente y sobre todo tranquila a pesar de la cercanía con la carretera que conecta Cancún con Tulum.
La comida del restaurante es muy buena, precios accesibles y la panadería estupenda, el café delicioso!
Lo que si quedan a deber es el acceso a la playa, se suponen que todas las playas con públicas, sin embargo no se puede entrar a playa Maroma a menos que pagues un "Day Pass" a alguno de los hoteles que estan frente al mar, considero que el hotel al estar tan cerca y además dado que el dueño del hotel Amarte tambien tiene un hotel frente a playa Maroma debería asegurarle a sus huéspedes el acceso a la playa y que los consumos en su otro hotel corran por parte del huesped, claro está!