Fuimos dos familias, una para cada cabaña, y la verdad que es fabuloso. Fuimos en tiempo de invierno, de echo a festejar Navidad. Conocimos la nieve por primera vez, los paisajes son hermosos, y el pueblo pintoresco. El hotel es muy divertido, puedo salir a caminar, jugar golf, en la recepción te prestan películas, libros y luego a de mesa. Es un hotel muy acogedor y limpio.