El Residencial Luna es un hostal muy antiguo, su decoración y sus muebles son bastante viejos y están deteriorados. El ruido de la calle se escucha y es un poco molesto, sobre todo por la noche. Las personas encargadas de dirigirlo son muy agradables y siempre están dispuestos ayudar y contestar todas tus dudas y preguntas. Solo se puede pagar en efectivo, y en nuestro caso, en las dos ocasiones que nos alojamos, al principio y fin de nuestro viaje por Lisboa, no tenían cambio para devolvernos la diferencial del precio. El hotel esta limpio, aunque como las habitaciones son viejas y deterioradas dan la sensación de lo contrario. Cerca a un lugar donde desayunar bonito y barato (MOLETE - 2,20€ croasant+zumo naranja). Lo mejor del Hotel es su ubicación, es muy céntrica para recorrer la ciudad, aproximadamente a 5-10 minutos de Plaza Batalla. Esta muy cerca de la Iglesia S. Ildefonso y del Mercado Bolhao. Nosotros recorrimos todo Oporto andando. En los alrededores se puede aparcar en la calle pero es parking de pago, fines de semana gratuito. tiene wifi gratuita, y aunque a veces se desconectaba, funciona bien. En resumen, es un hostal viejo y deteriorado pero super barato, y recibes lo que pagas. Solo para dormir y visitar la ciudad no esta mal. Si volviera a Oporto, probablemente no repetiría la estancia en Residencial Lunar.