Una reserva efectuada con casi tres meses de antelación, en la que se solicitaba encarecidamente un piso lo más alto posible,nos dieron un piso 4 de 14 existentes,con lo que teniamos una vista al lago tapada parcialmente por un enorme arbol colindante y al lado contrario una escasísima vista a la playa.
Limpieza: tuvimos que llamar para que nos dieran unas almohadas y cubrecamas limpia/os (con cercos de sudor),cristales sucios,una manpara de baño rota,el tendedero roto e inutilizado.
El sofá pequeño e incómodo.
La tele una LG de 14" desfasada.
La nevera pequeña y leeenta al enfriar,el aire acondicionado eficaz,pero su posición dentro del balcón impide estar a gusto afuera,debido al ruido y al calor que desprende el motor.
Parking escaso y de pago.
Piscinas aceptables, aunque necesitan una revisión a fondo de alguna zona con azulejos cortantes.
Lo mejor es la ubicación.
Volveré a Calpe,pero no a Larimar.