En invierno, pásalo en grande con las actividades que se ofrecen en las propias instalaciones, como esquí alpino y snowboard, y, cuando lleguen los meses más cálidos y se derrita la nieve, aprovecha para divertirte con otras opciones, como rutas en bicicleta. Date un capricho con un tratamiento en el spa y aprovecha para disfrutar del resto de instalaciones, como un jardín.