La estancia es la mejor, que haya tenido en el viaje entre Europa y Africa, desde la atención antes de llegar a Marrakech, al llegar, la estancia y hasta el momento de salir.
Los dueños Francois y Bernard, así como la gente que les ayuda de lo mas amable, te hacen sentir como en casa, sabiendo que estas lejos de ella. Te reciben y te muestran el Marrakech actual, recomendando cosas, donde cambiar, donde comer, donde caminar, así como el recomendar lugares que visitar cerca de la cuidad. El idioma no es problema.
La casa es una casa tradicional restaurada, que para mi que soy Arquitecto y buscaba esta arquitectura tradicional se hizo una muy buena intervención. El patio abierto con estancias, las recamaras conectadas todas al patio, y la terraza lugar para iniciar el día con un muy rico desayuno así como terminarlo con un buen descanso y un tradicional te de menta. Ubicación perfecta dentro de la Medina, teniendo todo a unos pasos, la Plaza Jemaa El Fna, los Zouk, los museos, lugares de interés, etc. El viaje en moto lo mejor para conocer y poder vivir como se vive ahí.
Regresare a Marruecos y sin duda regresare al Riad, no duden en llegar.