Acabamos de volver de pasar una semana muy especial mi hijo y yo, después de no poder ir el año pasado con mi marido, lamentablemente.
Este hotel se portó fenomenal el año pasado, por el ingreso hospitalario de mi marido; y este año en honor de mi marido hemos ido a pasar una semana.
Como recordábamos, en este hotel son muy profesionales y ante todo, el cliente se siente siempre escuchado, en especial en el comedor.
Mi hijo tiene problemas de alergias alimentarias y tanto Chicho, como César y en especial Carmen siempre atentos y haciendo que su comida vuelva a ser un placer con toda la buena comida que ofrecen teniendo en cuenta las alergias, y con los postres especiales (tarta de santiago, gelatina de naranja, natillas, crèpes, todo sin gluten ni lacteos).
La localización del hotel es inmejorable, con la playa de la Barrosa, y con todas las actividades que tienen y sus instalaciones muy cuidadas y amplias (sin problemas de hamacas, por ejemplo).