El hotel es el Edén en medio de las Islas, con diferencia el mejor.
Las habitaciones preciosas, la comida deliciosa y sin duda el personal se merece un reconocimiento por su gran amabilidad. Las playas son bellísimas y ofrecen actividades varias para conocer las islas y los mares.
Reservamos una suite frente al mar para tres personas, dos adultos y un menor. Nos dieron una habitación con una cama grande y un sofa-cama, nos pareció que no era lo que habíamos reservado pero estábamos cansados y queríamos disfrutar la isla, así que decidimos no decir nada. Al hacer el checkout nos querían cobrar de nuevo a nuestro hijo, y además como un adulto, les mostré mi reserva y les dije que ya habíamos pagado por los tres, no por dos. La que parece ser la administradora, Violeta Simancas no estuvo interesada en ver nuestra reserva ni en escucharnos, insistió en que teníamos que pagar, solamente cuando le dije que no estaba de acuerdo conversó con expedia (hicimos la reserva a través de hoteles.com) fuimos solamente dos días y dedicamos un buen rato de nuestra última mañana a resolver esta situación, agotador... después de varias llamadas conseguimos contactar con expedia que les explicó que yo estaba en lo correcto. La sra que menciono, después de haber sido descortés, en un momento incluso levantó la voz, no se acercó a disculparse, ni por el trato ni por el error cometido, eso empañó el resto de la estadía, a parte de esto, el hotel es un paraiso en el Edén.