Imposible encontrar algo con esta relación precio/calidad en esta zona de Viena. Si podéis reservar no lo dudéis porque no vais a encontrar nada parecido.
En si no es un hotel al uso, es más bien un hostal, pero como solo es para dormir, pues ni tan mal.
Desayuno básico pero para lo que cuesta es muy recomendable. Tiene un sistema curioso para el café, que te dan monedas que introduces en la cafetera, pero siempre hay monedas de más así que por eso no hay problema. Hay bollería y bastante variedad de productos para huntar, así como algo de fruta.
La habitación amplia y espaciosa. Daba a una calle cerrada así que no hubo problemas en el aspecto de ruidos.
La zona es tranquila, tanto que no hay ningún restaurante cerca. Tenedlo en cuenta porque tendréis que traeros la comida de fuera, porque tampoco tienen cocina.
La recepción está activa unas horas por la mañana, y el resto del día está desatendida.