Un hotel situado en un entorno maravilloso, un poco alejado del centro si no tienes coche para desplazarte, con habitaciones que necesitan una reforma y muy pequeñas. Cuando contratamos, en la foto de la habitación aparecía un inodoro y un lavabo en una habitación supuestamente de 35 metros cuadrados, cuál fue nuestra sorpresa al ver que la habitación no llegaría ni a los 15 metros y que sólo había lavabo, que para todo lo demás teníamos baños comunes (la ducha sí que sabíamos que era comunitaria). Mantas viejas, una calefacción antigua (que si funcionaba) y acceso a las habitaciones por una escalera a través del lobby. Nos dejó un poco fríos el hotel ya que esperábamos un hotel con más encanto. En su defensa, la zona del lobby era bastante acogedora y caliente, con una chimenea y sofás cómodos (aunque el bar se encuentra en la misma estancia y si hay gente resulta ruidoso) y el wifi funcionaba bien. Pero en general nos sentimos desencantados. Puede resultar una opción de paso para dormir si no tienes muchas pretensiones y no puedes hacer noche en otro sitio cercano