Nos ha encantado el hotel. Las habitaciones son muy amplias y tienen todas las comodidades: un armario muy grande con muchas perchas (no como en otros hoteles que no tienes casi donde poner la ropa), otro armario con microondas, cafetera y menaje de cocina (todo un detalle), una terraza bastante grande con unas vistas preciosas al mar, baño con ducha y bañera, secador de pelo, televisión, Internet, aire acondicionado, botellas de agua mineral de cortesía.... Vamos, de todo para estar como en casa. Y sobre todo, muy limpio.
Las instalaciones del hotel también están muy bien. Hay dos piscinas, una más grande donde suele haber más gente y otra en la planta de arriba donde hay mucho espacio libre y es perfecta para tomar el sol. Y también está el spa que es perfecto para relajarte más todavía si quieres, con su sauna y su baño de vapor. Incluso hay un pequeño gimnasio para el que no quiera perder la forma mientras esté allí.
El restaurante también nos gustó. Nosotros fuimos con media pensión y los desayunos y las cenas eran muy variados. En la cena siempre había varios tipos de carne y pescado que te hacían allí a la plancha en el momento.
Y en cuanto a la zona es muy bonita y muy tranquila, perfecta para descansar, y está muy cerca de Puerto Rico, al que se puede llegar andando por un paseo que hay al borde del mar (perfecto para corredores, por cierto).
Nosotros sin duda volveremos. Muchas gracias a todo el personal del hotel por estas vacaciones inolvidables.