Muy bien situado en la parte moderna de la ciudad, a escasos metros de la parada de bus nº 1 que lleva al aeropuerto, y muy cerca también de la estación de tren.
El albergue es sencillo, pero está limpio y es acogedor, con numerosos servicios: consigna, cafetería, sala de juegos, PCs con conexión a internet, bicis gratis... El personal de recepción es muy amable y eficiente, facilitan el check in y ofrecen cualquier información que se necesite. Además, venden billetes para el bus y el funicular que lleva a la Città Alta.
Las habitaciones, aunque sencillas, estaban ordenadas y limpias. Proporcionan toallas y gel/champú de ducha. La cama parece algo dura pero resultó ser bastante cómoda. La temperatura del cuarto era algo fría, aunque se podía regular a voluntad con un termostato fácilmente.
La relación calidad-precio del alojamiento es insuperable.