Parece que el dueño dejo el negocio en 3 personas poco capacitadas para brindar el servicio que dicen tener. En primer lugar no hablan inglés, lo cual se hace bastante complicado pedirles algo. Para hacer el check in estuvimos 30 minutos, no sabían que cabaña darnos, por fin se decidieron, pero cuando entramos, la cama no estaba hecha, las sábanas sucias, nada en el baño ( capítulo aparte si los hay) y de nuevo la aventura heroica de la comunicación, gracias a dios existe el Google translator.....nos empezamos a entender. Baño: pretender venderte la experiencia de estar en la selva, pero mientras te baños y vas al baño tenes la pared del vecino que puede que este en la misma situación tuya, para q compartir esas cosas.... Además que nos encontramos una mañana con una lagartija de medio metro. Respecto a los ruidos, es como vivir en comunidad, todo se escucha. Vamos a la parte más de aspecto, no tiene el peor de todos pero no le ponen un peso para cortar el pasto, limpiar las reposteras de la normal pileta con fallida cascada y conexión de cables a la vista.....si podes no pises este hotel,,,,,,