El hotel bonito, pero la habitación de la primera noche estaba a un metro de la carretera, apenas pudimos dormir entre el ruido de los coches al pasar, el frío que hacía en la habitación, la calefacción la daban solo unas horas, las ventanas eran de madera y no encajaban bien y entraba frio. La segunda noche nos cambiaron de habitación y por fin conseguimos dormir, aunque fuera por cansancio, los colchones y almohadas son muy duros. Es un hotel bonito a falta de cambio de ventanas, por lo menos en la zona que da a la carretera que está a 50 centímetros de la entrada y poner algún cubre colchón de latex o cualquier otro material que no haga que te duelan todos los huesos al levantarte.