Nos cogimos una villa privada. Nos recibieron con un zumo fresco y el personal haciendo los ultimos retoques a la habitacion para que la encontraramos en el mejor estado. La villa y el entorno del hotel es muy bonito. Estaban en obras de ampliacion y de mejoras del restaurante, por lo que nos traian las comidas a la habitacion, pero no era nada molesto ya que el ruido no era excesivo. Esta pegado a una de las calles principales pero aun asi, en las villas, a penas se escucha nada. Teniamos geckos en la habitacion, ya que se esconden por los rincones y emiten sonidos caracteristicos, pero hasta eso hacia darle ese toque de estar rodeado de naturaleza. En esa zona hay algo mas de mosquitos pero con una espiral fuera se arregla. Servicio excelente, limpieza de habitacion diaria y, por poner algun pero, un repaso al mantenimiento, pero minimo. En general una gozada. Recomendable.