Sin ninguna duda me volvería a hospedar en El Lugar del que te Hablé.
Es un hotel muy especial en donde lo más destacable es lo siguiente: la alberca a una temperatura ideal, el menú de desayunos (no comí ahí pero seguro está igual de original y bueno que lo de la mañana), la cava de vinos y puros en el sótano y el cuarto con jacuzzi.
Lo que más me gustó es la atención por WhatsApp (aunque a veces se tardaban un poco en contestar), sin embargo, te solucionan todo y, lo mejor, no te están persiguiendo con el ticket para que firmes. Todo lo cargan al final y te enseñan los recibos de manera transparente para que veas tus consumos.
Otra maravilla: dado que no tenían reservaciones llegando a nuestro cuarto, nos dieron late check out sin cobrarnos extra, lo cual apreciamos muchísimo porque pudimos disfrutar el hotel durante la tarde del domingo.
En general, una súper experiencia. Si tuvieran algo que mejorar (y ello no impediría que me volviera a quedar) es que a veces se escucha más ruido del deseable.
Auguro que tendrá mucho éxito un hotel tan agradable, sin pretensiones, pero con gran sofisticación.