El hotel está muy bien cuidado, es tradicional de la zona, y aunque no es un hotel de lujo, nunca sentimos que algo hiciera falta, si a caso un close para guardar la ropa y maleta, aunque tenía un par de baules optamos por mejor usar la maleta para tal caso y guardarla debajo de las escalera que suben de la entrada de la habitación al área de la cama. Las habitaciones son zonas adaptadas de la vivienda original que solía ser el hotel, por lo que algunas son más grandes que otras, u otras son de "dos pisos" como la nuestra (#8) en el piso superior cuenta con una cama matrimonial, un baúl, mesa de noche, tv por cable y un perchero, en la parte inferior hay una pequeña sala de estar, otro baúl y el baño (que aunque de buen tamaño, un tanto incómodo al sentarse para personas altas) dentro del baño se encuentra la caja de seguridad. El hotel definitivamente no es para huéspedes exigentes, pero eso no quiere decir que sea un hotel malo, sirve para descansar cómodamente (si gustas de los colchones rígidos) y ser bien atendido. La estructura es de cantera, por lo que la recepción celular y wifi es difícil dentro de las habitaciones. Su cercanía a pie a distintos puntos de interés lo hace ideal para salir a conocer, no tanto para estar mucho tiempo encerrado en la habitación. El estacionamiento es externo, una pensión a dos cuadras.