El lugar es muy bonito por dentro como casi todos los riad por una cuestión de cultura. Un poco obscuro pero el personal (Mohamed) super amable todo el tiempo, habla muy bien inglés y español. Extrañé el huevo u otra proteína en el desayuno pero en general siempre muy amables. Al final mi experiencia es muy buena pero si está un poco alejado de la plaza y son varios callejones, pero una vez entiendes la distancia y el sentido todo bien. Aunque se ven obscuros en la noche nunca nos pasó nada malo. Mucho cuidado con los jóvenes de las plazas que siempre están atentos a entradas y salidas, no nos hicieron nada pero si dieron preocupación, nos hacían preguntas. La habitación y el baño super limpios y muy amplios. Me gustó, a considerar solo si andan solos por la distancia aunque en general en mi estancia de 5 días en Marrakech no nos pasó nada en los callejones. Hay piscina y una tele grande en la estancia donde vimos partidos de futbol.