Empezando por el recepcionista, que atiende tras un cristal lleno de advertencias y prohibiciones, subes en un ascensor del año de la polka a tu habitacion para encontrar una cama enana e incomoda rodeada de muebles viejos, y todo lo metalico oxidado, desde tiradores de cajones, grifos, alcachofa de la ducha, hasta el espejo del baño tenia oxido, como punto a favor, el precio con el parking incluido y la situacion, si podeis pagar algo mas hacedlo y evitad este hotel a toda costa