Un hotel con un mobiliario muy antiguo, camas duras y, lo peor de todo, sin almohadas. Lo más parecido son los cojines que hay en los armarios. Además, no hay ningún enchufe al lado de la cama y, de los 3 que había en la habitación, 2 no funcionaban y la luz iba y venía. El desayuno poco variado, en la comida y la cena no hay variedad, siempre ponen lo mismo y el postre no está incluido en la media pensión ¿Esto es un hotel de 3 estrellas? ¿De verdad?
Pero lo peor de todo es que hay unas obras justo enfrente que empiezan a hacer mucho ruido desde muy temprano. Te pongan en la habitación que te pongan, se escucha bastante. Cabe destacar que estas obras durarán hasta mediados de 2023.
Lo único positivo es la amabilidad del personal y la ubicación, en el centro de la ciudad.