Como digo, este hotel con encanto es perfecto si vas en coche. Situado algo alejado del centro, se accede de forma algo complicada, aunque si llevas GPS no tendras problema, y en Google Maps aparece.
Es un caserío en plena toscana, al aire libre, con vistas a la naturaleza muy bellas. A 10 minutos escasos en coche se encuentra la Piazzale Michelangelo, un parking libre y gratuito donde disfrutar de una de las mejores vistas de Florencia.
El desayuno por la mañana es completo: Tostadas, cruasanes, huevos cocidos, jamón, queso, mantequilla, miel, mermelada, zumos, fruta, variedad de cafés y yogures.
El personal es agradable. El precio, unos 60€ por noche en hab. doble (temp. baja) a lo que hay que añadir 4€ por persona y día por impuesto turístico.
Si vas en coche, se puede aparcar en la puerta del hotel, en los jardines. Hay muchas gasolineras baratas por el camino hacia Florencia, un McDonalds enorme. Tambien la iglesia de San Miniato al Monte está cerca y merece una visita en coche.
Las habitaciones por dentro son geniales, muy grandes, con amplio baño con secador, jabónes, ducha cómoda, calefacción muy efectiva... Todo estupendo.
Si vas sin coche, es imposible dormir aquí.