A mí nunca dejará de sorprenderme la calidad de los hoteles en España. Un humilde dos estrellas con calefacción y aire acondicionado, cama muy cómoda, dos almohadas de diferentes características a elegir, armario de tamaño razonable, TV, caja fuerte, minibar (silencioso), secador de pelo, recepción atendida 24 horas...
La habitación pequeña con cama individual, espacio exprimido al máximo. Baño con bañera pequeña con mampara (sin bidé). De limpieza, muy bien.
Amenities: sobres de champú (alguno de gel no estaría de más). En el check-in me proporcionaron la clave de la wi-fi, pero no llegué a probarla.
Ubicación: en pleno centro. Es un octavo piso y cuenta con ascensor dedicado (hay otro ascensor para el resto de plantas del inmueble).
¿Alguna pega? El ruido, se oye todo (tal y como ocurre en tanto otros hoteles, incluyendo algunos con bastantes más estrellas).
Considerando la relación calidad-precio, muy recomendable.