El hotel es modesto pero tiene todo lo necesario, en la media de Londres.
La localizacion es estupenda, a unos pasos de Earls Court, con supermercado y varios restaurantes de comida rapida.
Las habitaciones son pequeñas, cuentan con TV, perchero, baño privado (dificil de encontrar en londres a un precio accesible) y wifi.
Se sirve un desayuno occidental de 7.30-9.00h en un salon, con mesas compartidas. Zumo, cafe, te, cereales, reposteria, tostadas, fruta, yogures,... suficiente para comenzar el dia con el estomago lleno.
En contra, la tuberia del lavabo olia en ocasiones, y en nuestro caso, la habitacion estaba junto a la zona de desayuno con lo que era muy ruidosa en ese horario.