La zona donde se encuentra es maravillosa. Creo que es lo único bueno que tiene, empecemos con mis múltiples quejas: empecemos hablando del tamaño de la habitación, nosotras éramos dos personas y no entrábamos las dos de pie en la habitación, había una cama de matrimonio, las almohadas eran lamentables (un folio A3 habría sido mejor), continuemos por el lavabo el cual está a medio metro de los pies de la cama, lo cual llevó a que acabáramos mojando todo. Respecto a la localización del "hotel" digo que es buena porque esta a 1 minuto de king's cross y hay muchos sitios donde comer/comprar/etc, pero si algún día pretendéis levantaros mas tarde de las 8 de la mañana no os lo permitirá las canchas de baloncesto que hay enfrente, y de las cuales puedes escuchar TODO, cada táctica y cada jugada.
La minúscula ventana que tenía la habitación nos la encontramos sujetada el primer día por un bote de pringles, lo cual le comentamos a uno de los trabajadores y se limitó a reír.
El trato que te dan es pésimo.