La habitación era muy moderna, se notaba recién reformada.
No hay recepción, ni recepcionista, pero via WhatsApp te llega toda la información necesaria y el checkout lo haces escaneado un qr, más cómodo imposible.
En la habitación te dejan gratis agua, cerveza, patatas fritas... un detalle que se agradece y que resulta muy conveniente porque sueles llegar del viaje y es un buen momento de relajarse.
Como contras: la caja fuerte no estaba anclada/atornillada, no había forma de echar un cerrojo adicional cuando tu estás dentro de la habitación y la cama era sólo correcta.
Pero, en general, una estancia muy agradable, un concepto diferente de alojamiento que me ha gustado y que seguro que repetimos visita.