Como los demás hoteles en las 5 ciudades visitadas en Italia: habitaciones pequeñas, pero el lugar lo escogimos por lo céntrico: a 500 metros de la estación de trenes S.M.N., y a unos 100, 200 metros del Duomo/baptisterio. Resultó una estancia muy agradable, el personal atento y amable, incluso una persona hablaba español. El área alrededor la percibimos como segura, con muchos restaurantes a la mano y los lugares que visitamos, a una distancia caminable, desde la Accademia hasta el palazzo Pitti. Desayuno buffet estándar. Utilizamos el servicio de lavandería, cómodo y práctico. En general, una muy buena experiencia.