Me encantó el hotel. La decoración de las habitaciones quizás son un poco psicodélicas, pero las camas con confortables, la habitación es limpia, el baño es limpio y bastante amplio. La atención de la gente del hotel es increíble. Queda super cerca de todo. El autobús 48 hace su parada en la calle de atrás del hotel. Al igual que el tranvía 24 y hay una estación del metro. Desde la parada puedes ver las casas de cubo de Rotterdam. Asimismo, cerca del hotel queda Erasmuburg y la marina.