Son profesionales de la hospitalidad que conocen los secretos del auténtico servicio: hacen con gusto servicios extra y sonríen siempre. Las habitaciones superiores y suites son excelentes, amplias, con abundante mobiliario exquisito útil, detalles, complementos y productos de aseo de primera clase. La ubicación es espléndida.
Muy confortable.
Llegamos a las 12.30h tras haber tenido un problema con el transfer privado en el aeropuerto. Pese a que el check-in es a las 15h, Lucie nos ha brindado con una mejora de categoría excepcional, siendo que ya de por sí las habitaciones son amplias, a una suite cumpliendo con mi solicitud de ubicarme en un piso alto (en el piso 7, el más alto). Es extraordinario. Los desayunos son para disfrutarlos, con una variedad y calidad dignos de nombrar.
Falla el servicio en su restauración (por ponerle un 'pero', que no se esmera, sobretodo en su restaurante a la carta).