La playa nos la venden como un paraíso de arena negra y es una playa llena de piedras y muy sucia donde no te puedes ni bañar. El buffet malo y escaso, el todo incluido con hora y solo para bebida. El hotel es para extranjeros claramente, el personal se extrañaba de que fueramos españoles. Habia que madrugar para coger una tumbona o ya no pisabas la piscina, encima, nos cerraron una de ellas porque se pusieron a pintar el suelo (en julio?). El "spa" es una piscina, 3 duchas, sauna y poco mas, pequeño y malo porque hay 11 puntos y había 3 que no funcionaban
Lo unico bueno con lo que me quedo es que el personal era muy amable con nosotros, ya que eramos de los pocos españoles y la habitación era muy grande, aunque sucia y con una tele malisima