El soplador de hojas empieza todos los días a las 7,30/8 de la mañana y es un ruido tan infernal que ni los tapones en los oídos nos hacían nada. Llamé a recepción y me decía la chica que tenía que trabajar a esa hora pero yo le dije que podía empezar a las 10 que es una hora más cristiana para los que venimos de vacaciones y estamos hartos de madrugar....
Escogí este hotel ya que es solo para adultos pero cuidado porque a nosotros nos tocaron 4 viejos borrachos fumadores que se meaban en la piscina y gritaban más que niños...pero claro, no se les puede decir nada porque son clientes que van todos los años... hay niños con más educación que esos adultos....
La insonorización es inexistente, aparte del soplador de hojas, se escuchan las cigarras, el secador de pelo, la conversión y persiana del vecino de al lado y como te toque la habitación en la planta baja cuidado, escuchas todos los tacones de la vecina de arriba y movimientos de muebles.
Lo positivo: hotel pequeño y muy bonito, muy verde con muchísimas plantas, zona chill out, recepcionistas (tanto la Argentina como la chica rubia de ojos azules) majas, piscina con 9 hamacas, garaje para los huéspedes y muy cerca de la cala, del puerto de Dénia que es precioso y Jávea (aunque la carretera tiene muchísimas curvas).