Es un hotel muy bien restaurado, limpio, con su acceso cercano a la estación de tren (400 metros) y estación de bus. A orillas del mar y ubicado en el centro de la ciudad. Destino muy bueno, personal muy amable. Muy buena relación precio calidad. Recomiendo el hotel y también instalarse en Rapallo, un pueblo económico, lindo, seguro y cerca de todo