En primer lugar hay que tener en cuenta que es un B&B a muy buen precio y uno tiene que ser consciente de lo que paga, no se puede tener todo por cuatro duros. La habitación está muy bien, amueblada con muebles del ikea, la limpieza está muy bien y el personal es muy amable y atento, sin duda lo mejor. Como aspectos negativos, tenemos la ducha, la cual en vez de mampara tiene una cortinilla por la que se sale todo el agua y el desayuno, que es escaso. A ser posible pedir una habitación que no de a la calle, ya que los napolitanos a las 7 de la mañana están tocando a todas horas el claxon del coche.