Para ser un hotel de 4 estrellas deja mucho que desear.
Las habitaciones olían a tabaco de antaño, el baño antiguo y habían intentando arreglar picadas de la bañera con pintura que da todavía una sensación mas antigua, alcachofa de la ducha rota, azulejos negro con restos de moho, la limpieza por dentro de los armarios llenos de polvo, el mando de la tele pegajoso, las colchas y enseres de la cama olían y eso no lo limpian desde hace mucho tiempo.
El gimnasio sucio, maquinas antiguas y sin mantenimiento.
La estancia no hay ninguna insonorización se escucha todo, desde los demás clientes en sus otras habitaciones como los pasillos y el ascensor