Habíamos elegido una habitación Landmark, superior a la DeLuxe. Comprobamos que la TV no funcionaba puesto que los enchufes donde estaba conectado el decodificador no tenían corriente, en las especificaciones tenía vistas a la piscina y en la segunda planta en esa habitación los frondosos árboles superaban la terraza. El asiento del inodoro estaba muy viejo.
A la mañana siguiente pedimos el cambio de habitación y nos indicaron que esa tarde nos harían un upgrade a una suite.
Nos llevaron a la nueva habitación, con un baño reformado y aunque en la primera planta con vistas a la piscina. Quedamos conformes, aún a sabiendas que esa habitación era de inferior categoría (DeLuxe), y no una suite como pretendieron hacernos creer. El asiento del inodoro casi igual de viejo...
Contratamos los circuitos para visitar los templos y tanto el guía Sam, como el conductor, Phiset (no sé cómo se escribe) fueron profesionales pero el precio pagado es excesivo, por lo que recomiendo buscar otras alternativas.
Desayuno con mucha variedad donde elegir, pero la fruta es mediocre.
Piscina buena donde poder refrescarte.
Precios en bebidas y comidas altos.
Gracias a Kiri por el trato recibido en todo momento.