El hotel es diferente, pintoresco.
La atención por parte de las empleadas fue muy buena en todo momento, mención especial para la chica morena que está por las tardes, un auténtico primor, encantadora.
El patio es sencillamente precioso.
En pleno centro, ideal para dar una vuelta a pié y ver mucho de lo que ofrece Denia.
El aparcamiento por la zona está complicado, sobretodo en unas fechas como estás en las que están en fiestas.