Mi estancia en hotel Mirador fue un tanto decepcionante debido a la falta de vista completa al cañón desde las habitaciones que nos asignaron. Al hacer la reserva, no se nos especificó claramente que estas habitaciones estaban ubicadas en el sótano y tenían solo una vista parcial al cañón. Esto resultó sorprendente, ya que el hotel presume que sus habitaciones tienen un balcón privado con vista al cañón.Como viajeros que buscábamos disfrutar de la belleza del cañón desde la comodidad de nuestras habitaciones, nos sentimos un poco frustrados al descubrir que nuestras expectativas no se cumplieron. Si hubiéramos sabido de antemano que nos asignarían habitaciones en el sótano, abajo del comedor, habríamos considerado reservar en otra habitación o en otro hotel donde se nos garantizara una vista completa al cañón.
Al hacer la reserva, optamos por la pensión completa, pero fue necesario realizar una llamada directa al hotel para obtener información precisa sobre lo que incluía exactamente. Descubrimos que las bebidas no estaban incluidas, lo cual fue una sorpresa desafortunada. El traslado al Parque Aventuras, que se encuentra a menos de 10 minutos del hotel, tenía un costo muy elevado, pagué 1200 pesos por ese servicio. Del mismo modo, el tour de la Experiencia Tarahumara fue muy elevado.
En resumen, mi estancia en este hotel tuvo aspectos positivos, como el trato EXCELENTE por parte de los camareros quienes con su amabilidad y atención contribuyeron positivamente.