si bien el personal de recepción fue excelente en todo momento, la habitación dejó mucho que desear, la limpieza brilló por su ausencia, hasta bichos salieron de debajo de la cama, y la frutilla fue qye se escuchaban todos los movimientos de la habitación de enfrente, desagradable. El barrio muy feo si bien de fácil acceso a todos los atractivos del microcentro. El colchón bueno pero la almohada maso. Hubo fiesta la primer noche, pero no molestó el descanso, la segunda noche literal no pudimos dormir hasta que el Señor de recepción solicitó silencio a los de la otra habitación. Paredes de papel, y el ruido de la calle, muy molesto!