El hotel es un complejo de villas al estilo toscano, encantador y pintoresco, rodeado de campiña y pefecto para unas vacaciones en La Toscana. Cuenta con todas las instalaciones necesarias para hacer la estancia agradable (piscinas, spa, gimnasio, jardín, restaurante, préstamo de bicicletas...) y el personal es enormemente amable y servicial. Está una media hora de coche a Florencia o de la autopista A1 (Milan-Roma) y a una hora aprox. de Bolonia o de Pisa. Realmente recomendable con una insuperable relación calidad-precio.
Única pega: no tiene que ver con el hotel sino con la forma de conducir de los toscanos, agresiva, impaciente, imprudente y descortés (incluso para un conductor de Madrid). Para alojarte en este hotel es casi absolutamente necesario disponer de vehículo y cada trayecto puede resultar un pequeño estrés.