La amabilidad y la simpatía del personal de recepción supera a la de cualquier otro hotel, mostrando plena dedicación para satisfacer al huésped.
La ubicación es inmejorable: a pie en 10 minutos a Plaza Catalunya y en 1 minuto a la parada de metro.
Respecto al diseño, se trata de un hotel estilo moderno, íntimo y acogedor.
El descanso es fabuloso, gozas de dos buenas almohadas, un buen colchón y un silencio increíble a pesar de su céntrica ubicación.