Agradable fin de semana en un paraje fantastico, y una estancia relajante en el hotel Verdu.
De entrada el recepcionista muy correcto y dispuesto a ayudarte, la habitación suficiente y muy limpia. Daba a la carretera y al rio, y como que el tráfico en esta zona es escaso, el suave ruido del agua, como siempre es relajante.
El desayuno es mas que suficiente.
Aceptan mascotas, y el inconveniente es que hayan personas desaprensivas que dejan su perro encerrado solo en la habitación, y obiamente el perro ladra y te despierta a la hora indeseada.