La ubicación es excelente, todos los restaurantes y lugares relevantes se encuentran a sólo unos minutos caminando. El hotel se anuncia y cobra como un hotel de lujo, pero en realidad no lo es tanto. Las habitaciones están limpias y cómodas. Pagamos por el beneficio de tener un jacuzzi privado, lo cual valió la pena. Sin embargo el servicio del hotel deja mucho que desear:
- La llave se desconfiguro 3 veces en 10 minutos, teniendo que caminar repetidamente a la recepción para que nos ayudaran
- La regadera no calentaba, por lo que en más de una ocasión nos tuvimos que bañar con agua fría
- Nuestra habitación se encontraba en el acceso al estacionamiento por lo que nos tocaba escuchar a la gente entrar y salir, era particularmente molesto escuchar a los empleados llegar a las 6 AM riendo y platicando. Nos da gusto que estén contentos de trabajar ahí, pero no hay necesidad de que nos despertemos para enterarnos
- La sección de playa privada no es más que un jardín con camastros con acceso directo a la playa. Aunque es mejor que tener que rentar camastros a las negocios locales, vale la pena advertir: No se encuentra en la playa.