Elegimos el hotel por las buenas críticas, pero realmente no ha alcanzado las expectativas ni de lejos.
Como aspecto positivo, sólo destacaría la exquisita limpieza.
La habitación tiene una decoración antigua y el aire acondicionado te sopla justo a la cara cuando estás en la cama y no se puede regular la potencia, además de que hace mucho ruido. El baño tiene la mampara de la ducha desconchada y que no ajusta y la cisterna hace un ruido que parece el rugido de un león.
El desayuno es muy pobre para la categoría del hotel. El "zumo" es agua con colorante y el café terrible (lo cual sorprende aún más estando en Italia).
Por último, la piscina, que era uno de los puntos atractivos del hotel, estaba llena de niños gritando y chapoteando, sin nadie que los controlara, por lo que en toda la estancia, apenas pudimos aguantar 10 minutos.