La primera impresión no fue muy positiva. El Check in fue muy lento y no nos explicaron asbolutamente nada (el último día descubrimos que el hotel disponia de un comedor, maquina de hielo, etc). La habitación bien, aunque la ducha estaba sucia. Destacar la comodidad de la cama, realmente muy agradable.
En cuanto a la ubicación, la zona no es la más bonita, pero queda cerca del centro de Manhattan (20 minutos en metro) por lo que es una buena alternativa si tienes presupuesto ajustado.