El hotel está bien. No es muy céntrico, está a media hora a paso ligero de la estación de tren. Las instalaciones y mobiliario son de un hotel de su categoría. Es cómodo y limpio. La televisión no tiene todos los canales, la mitad no se ven. El personal es muy seco, algunos rozando la bordería (lo hacen con todo el mundo, son así, no es personal). El desayuno tirando a lo justo (no hay variedad de bollería ni de embutidos ni de quesos, los únicos huevos que he visto son cocidos y malas caras si la gente se levanta a por más cosas).