Un buen hotel para pasarse unos días en Hamburgo, bien ubicado a 10 minutos caminando del Barrio Rojo y a 20 del Centro. Zona tranquila con un parque frente al hotel. Proximidad de transporte cercano. Hotel con reminiscencias de antiguo, pero muy bien conservado.Y limpio tanto en zonas comunes como en la habitación. Check in rápido sin problemas. Atención profesional y atenta de parte del recepcionista. Habitación pequeña considerando que era una family room compartida con mi mujer y mis dos hijas que ya son mayores, pero suficiente dado que no llevábamos mucho equipaje. Estuvimos tres noches.La habitación constaba de un pequeño vestíbulo con un pequeño ropero y una mesita redonda, enfrente del cuarto de baño, con plato ducha y suficientes aminities (gel de ducha y champú en un bote), y toallas que cambiaban diariamente. El espacio para las camas era reducido dado que frente a nuestra cama doble de matrimonio con dos edredones separados, se hallaba el sofá cama doble de mis hijas, igualmente con dos edredones, muy propio del norte de Europa. Daba al exterior y en ocasiones de noche se oía el ruido de alguna sirena de la policía o de alguna ambulancia. pero en general era una zona tranquila.Y aparentemente segura. El desayuno básico pero suficiente. Quizá se echaba en falta bollería, aunque no es de nuestro gusto. Así como cosas calientes como huevos revueltos y naranjada natural. Pero era suficiente como para desayunar. Por el precio pagado, la ubicación y limpieza, repetiría