Repetiría. Los recepcionistas nos trataron bastante bien y nos solucionaron rápidamente un par de problemillas que teníamos. Te facilitan planos, información sobre transporte público y turismo. Te puedes entender con ellos en inglés sin problemas y hacen lo posible por entenderte y que les entiendas (hemos comprobado que no es algo tan común como esperábamos). La habitación no era ni grande ni pequeña y estaba limpia, justo lo que esperábamos. La única pega es que no hay aire acondicionado y fuimos en unas fechas de mucho calor, aún así por la noche refresca más que en España y no hubo problema, pero si vas a estar durante el día en la habitación puede que lo eches de menos (en verano, claro). Hay habitaciones en el hotel que sí tienen aire, supongo que las de gama más alta. En cuanto a los servicios que ofrece el hotel, no puedo hablar porque no utilicé ninguno, solamente íbamos a dormir. El hotel está cerca del centro histórico y se puede llegar dando un paseo (15 min) pero en las horas centrales del día en pleno verano, (y en invierno por las mañanas y noches,supongo) puede ser un tormento, en este caso puedes coger el metro y tras dos paradas has llegado.