Viajo a Roma con frecuencia por trabajo y por eso decidí traer a mi familia a que conocieran este hotel. Este es, sin duda, uno de los mejores establecimientos de Roma. Ubicado en una magnífica zona, con fácil acceso a las principales atracciones, cuenta con todos los alicientes de un hotel de 5*. El servicio es sencillamente inmejorable; desde el personal del mostrador de check, pasando por el servicio de habitaciones o personal del desayuno, hasta el servicio de concierge, todos siempre atentos, dispuestos a ayudar y con un tratamiento personal exquisito.
Las habitaciones son espaciosas, dotadas de todas las comodidades (la cama es magnífica), de una limpieza excepcional y con una bonita decoración, mezcla moderno y antiguo. Mención especial a que nos dieron dos habitaciones contiguas unida por un pequeño recibidor lo que daba cierta "intimidad" a la familia.
Los servicios generales son igualmente de altísimo nivel: la pequeña piscina del ático con un roof top bar muy bueno y un desayuno copioso, variado, sencillamente delicioso. Debo agradecer a todo el personal que nos atendió que hiciera la estancia en el hotel inolvidable. Sin duda volveremos y lo recomendaré a todo el que visite Roma.